Es que entre unas cosas y otras se fue pasando el mes y hasta ayer no plantamos en Miraflores. Con el frío que está haciendo (hoy en Rascafría había -10ºC) no había forma de menear la tierra, estaba toda congelada y con terrones duros como piedras. En fin, hemos hecho lo que hemos podido. Al menos hemos plantado con luna menguante, que dicen que son los días buenos para estas cosas.
Este año hemos plantado en un par de surcos, en vez de en bancal, a ver si así no queda la tierra tan pesada y húmeda y se nos da mejor. Siguiendo los consejos de los sabios, hemos seleccionado de cada cabeza los dientes de fuera, los que están mejor formados. Y hemos plantado a poca profundidad, dejando casi fuera la puntita de los dientes.
Como nos sobran bastantes cabezas (compré un par de kilos), estamos pensando plantar algunas en el patio, en alguna maceta o jardinera para tener ajos tiernos (ajetes).
No he podido hacer foto, en cuanto la tenga la cuelgo por aquí. Y nada más, que con otro refrán me despido:
En enero, de día al sol y de tarde al brasero